
De un truhán me enamoré,
por el mi vida cambié,
como leona lo protegí,
cegada,mágico lo vi.
Con sus bellas palabras,
a mi corazón llegaba,
susurrandome dulces poemas,
cual marioneta me manejaba.
Tan solo era una mas,
otra muñeca con quien jugar,
siquiera mi nombre podía recordar,
no me amó jamás.
Sus mentiras lo dejaron en soledad,
hoy lamenta su mezquindad
buscando cariño,que no va a encontrar,
para el se cerró la puerta del amor,
Magda Lluna
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