Perdoname,
por no ser capaz de verte,
ante la tenue luz,
de un absurdo seductor,
me cegué.
Los ojos cerré,
a tu resplandor,
tu,enamorado y paciente,
esperando mi despertar.
No comprendo,
que pasó por mi mente,
incapaz de intuir la verdad,
dejandome engañar.
Jungando conmigo,
alejandome de ti,
conocedor de tus sentimientos,
nobles por mi.
La verdad,
ejercito incansable,
sin llamarla,
acudió.
Mi vida,
está a tu lado,
esa que yo deseo,
la que vi en mis sueños.
Donde me acompañabas tú,
y el en soledad quedaba,
tu alma y la mia ,
en sintonia.
Eternamente amandose,
a pesar de estrellas fugaces,
disipadas por un mágico viento,
protector de amores verdaderos.
Magda Lluna
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