Sin conocerte,
de ti me enamoré,
cada mañana,
esperando el mismo tren.
No fue casual,
era el destino,
estaba todo escrito,
tu mundo seria el mio.
Sorprendidos,
por un viejo amigo presentados,
en su fiesta de aniversario,
juntos desde aquel momento.
El encuentro deseábamos,
largamente conversamos,
con la mirada abrazados,
soñando besarnos.
Eramos almas gemelas,
a los pocos meses,
una vida compartimos,
nacimos para estar unidos.
Después de tantos años,
mil batallas vencimos
temporales superamos,
día a día renaciendo el amor.
Magda Lluna
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