Que fácil fue,
cual adolescente,seducirte,
una palabra insinuante,
en mis brazos acabaste.
Con mis sutiles armas,
te tuve bajo mis sabanas,
ahora te averguenzas,
pero ayer enloquecido gozabas.
Como a un muñeco,
te manejé a mi antojo,
a ti,abanderado de la fidelidad,
tus palabras,olvidaste con facilidad.
Al cruzarte conmigo,
no cambies tu camino,
tu secreto esta a salvo,
no busco nada contigo.
Solo quise demostrarte,
que como todo ser humano,
a la tentación vulnerable
y ante una picara mujer caes encandilado.
Magda Lluna
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