sábado, 24 de mayo de 2014

Su cuerpo encarceló su razón.

Fueron amantes de una noche
al amanecer se separaron
sin decirse adiós
ni siquiera sabían sus nombres.

A pesar de conocer a otras mujeres
no lograba olvidarla
su cuerpo encarceló su razón
adueñándose de sus sueños.

La buscaba sin descanso
dibujaba su rostro
preguntaba en cualquier lugar
tratando de hallarla.

Se convirtió en su motivo
anhelaba tenerla frente a él
un amor imposible lo enloqueció
como la lluvia en el mar desapareció.
Magda Jardí
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