Llegó la noche,
por el sueño vencida,
en esta fría cama,
imposible dormir.
Aun te veo desnudo,
bajo umbral de la puerta,
buscando mi cuerpo,
entre las sabanas.
Piel con piel abrazados,
amándonos locamente hasta el alba,
con tus viriles manos acariciándome,
besandonos,cual naufragos sedientos.
Una lágrima lucha por escapar,
no comprendo que ocurrió,
nuestra vida rebosaba paz,
compartiendo un bello sueño.
Complaciendonos en todo momento,
tú,de felicidad embriagandome,
yo,por todo,velando,
nuestra vida era perfecta.
Pero un mal día,
dijiste adiós,
y yo te dejé marchar,
aun no se como pasó.
Quizá nos dimos tanto,
de un gran sorbo,
saciamos la sed de pasión,
y todo acabo.
El destino burlón,
tras una cortina humo nos cegó,
sintiendo que era amor eterno,
y fue un efímero idilio
Magda Lluna
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