Y llegaste tú,
cual sol después de la tormenta,
brillando en mi cielo,
colmandolo de estrellas.
Cuando mi vida,
carecía de sentido,
confundida y melancólica,
sumida en el hastió.
Paciente,luchaste,
de mi corazón te adueñaste,
en una dulce batalla,
de risas,palabras y cariño.
Una cálida noche,
a la luz de la luna,
con el mar de testigo,
prometimos amor eterno.
Sellando el compromiso,
en la arena de la playa,
bendecido con agua salada,
uniéndonos en cuerpo y alma.
Iniciamos nuestro viaje,
siguiendo la linea del destino,
aquella que a mi te llevó,
donde silenciosa te aguardaba.
Magda Lluna
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