De nada sirve engañarse,
ocultar tras sonrisas,
lágrimas de hiel,
aullidos de dolor.
Cuando un alma sufre,
grita desagarrada,
llora desesperada,
lamentando su pena.
Después de un latigazo,
heridas sangrantes,
sufrimiento infinito,
clamando al cielo ayuda.
Un repentino solo de viento,
alejará el cruel calvario,
la horrible tortura,
liberando al corazón de esa mazmorra.
El sol oculto,
de nuevo brillará,
disipándose las nubes,
en el azul firmamento.
Magda Lluna
Hola, muy buen blog!!! Gracias por seguirme. Te estoy siguiendo. Saludos
ResponderEliminarHola¡¡¡,Gracias Eduardo por llegarte a mi casita y quedarte en ella,saludines
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