
Una lágrima dichosa,
por mi rostro resbala,
sintiendo tus labios,
en mi cuello jugando.
Esa boca jugosa,
sobre mi se posa,
cual osado pajarillo,
por el trigo amarillo.
Danza mi cuerpo,
al ritmo de tu música,
ardientes notas,
sonando al amarnos.
En la hermosa madurez,
cual adolescente feliz,
iluminada ante tu presencia,
cual sol de mediodía.
Quedó atrás mi insípida existencia,
por tu llegada endulzada,
conociendo los mas gratos momentos,
dando vida a nuestros sueños.
Magda Lluna
No hay comentarios:
Publicar un comentario