Picarona camina
contoneando las caderas
cabellos al viento
sabedora que es objeto de deseo.
Sonríe maliciosa
unos ojos color miel
en su mirada se reflejan
anhelado dibujar su piel.
Otro hombre a sus pies
enloquecido por hacerla suya
al que juguetona provoca
y sutilmente aleja.
Quien diría que tras su porte de gata
habita una mujer escarmentada
que un día dio todo por amor
a la que rufián hizo pedazos el corazón.
Magda Lluna
©Derechos reservados
Una historia que late en el cotidiano del amor.
ResponderEliminarQuien lo diría .
ResponderEliminarBesos.