Si usted supiera
cuánto me hacen soñar sus palabras
embriagando de alegría a mi alma
aunque no es más que fantasía.
Es hermoso imaginar
que así me amara
sin conocer nada de mí
únicamente soy un nombre, un rostro.
La primera vez que a mí se dirigió
aquel poema que me recitó
haciéndome sentir tan especial
como una princesa y su juglar.
Cierro los ojos
mi mente juega osada
veo mi cuerpo entre sus brazos
suspiro anhelado besar su boca.
Confieso que saboreo este sueño
usted ha despertado en mí
sensaciones olvidadas
y deseos de dar vida a esta historia.
Magda Lluna
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