Que ingenua fui
creyendo tus palabras
negándome la realidad
tenerte cerca era un sin vivir.
Maldito ladrón de sueños
robándome las ilusiones
al caer la venda de mis ojos
descubrí a un ser ruin.
Convertida en tu marioneta
movías los hilos a tu antojo
buscándome por hastío
desaparecías tras nuevas presas.
Ahora llamas a mi puerta arrepentido
prometiendo la luna
prefiero mi placida soledad
a tu tormentosa compañía.
Magda Lluna
©Derechos reservados
Precioso!
ResponderEliminarEste poema me encanta porque aunque aun hay nostalgia y dolor, La dignidad triunfa por sobre todo ello. Felicidades!!! Muy de nuestros tiempos, un tema que sucede mas de lo que QUISIÉRAMOS. ENCANTADA DE LEERTE
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